PROYECTO EDUCATIVO INSTITUCIONAL
- VISIÓN
La Unidad Educativa de Convenio Kurmi Wasi[1] de la localidad de Achocalla, sustentada en la interculturalidad[2] e integralidad, busca constituirse en una Comunidad Educativa, que aporta activamente en la construcción de una sociedad más justa, equitativa y solidaria. La Comunidad Educativa se define como Pacha, que es espacio, tiempo y tejido. Cada miembro del Pacha representa una hebra en este tejido; cada quien teje y al tejer es tejido, cada quien cría y al criar también es criado.
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El UEC Kurmi Wasi del municipio de Achocalla, a través de una propuesta educativa intercultural e integral[3], busca contribuir en la educación de niños, niñas y jóvenes provenientes de diferentes realidades sociales, culturales, económicas e intelectuales[4] para coadyuvar a que sean personas comprometidas con su entorno social y natural.
- OBJETIVO ESTRATÉGICO
Al finalizar la escolaridad, los y las estudiantes y del UEC Kurmi Wasi de Achocalla habrán desarrollado capacidades personales y sociales que les sustentan para ser constructores de su proyecto de vida y actores sociales de cambio.
- PRINCIPIOS PEDAGÓGICOS
Asumimos la educación como la práctica de la libertad, como un acto de conocimiento, y como una aproximación crítica, creativa y transformadora de la realidad. Siendo así, nuestra intervención es aquella que genera la capacidad para el auto e ínter aprendizaje; la que propicia una relación con el entorno social, cultural y natural; la que favorece vínculos humanos de solidaridad y cooperación; la que genera reflexión y acción de los hombres sobre el mundo para transformarlo; y la que se basa en la interculturalidad. Entendiendo la interculturalidad como el fortalecimiento de la identidad propia y la interacción, en igualdad de condiciones, entre nuestra cultura y las culturas de otras partes del mundo, desarrollando actitudes de valoración, convivencia y diálogo entre distintas visiones del mundo. Implica, a la vez, recuperar y fortalecer los saberes y conocimientos de las cosmovisiones originarias, y en especial de la cultura aymara que nos rodea incorporándola en nuestro día a día.
(Concepto interculturalidad según 070)
Nuestra acción pedagógica está enmarcada en una visión integral de desarrollo de los y las estudiantes, favoreciendo el desarrollo de capacidades orientadas a la acción y basadas en valores, con las que los y las estudiantes deberán llegar a ser integrantes activos, creativos, solidarios, cooperativos y críticos de la sociedad.
Las pedagogías que sustenta nuestra propuesta educativa, son una forma de entender la enseñanza-aprendizaje como un proceso activo, donde los y las estudiantes construyen sus propios conocimientos a partir de experiencias integrales dentro y fuera del aula, y la interacción que establecen con sus pares, maestros y maestras, familia y el entorno.
- PERFILES
- Perfil de estudiantes
- Que reconozca y valore las capacidades que posee en su integralidad, tomando en cuenta sus potencialidades y limitaciones. Que tenga una pertenencia cultural y social con una percepción positiva de sí mismo.
- Que asuma una posición crítica frente a cualquier tipo de situaciones de desigualdad, rompiendo estereotipos tradicionales y asignaciones de roles patriarcales. Al mismo tiempo, con capacidad para la autocrítica.
- Que exprese sensaciones, ideas, sentimientos y opiniones utilizando diferentes recursos de manera auténtica, innovadora, creativa y estética en diferentes situaciones de la vida cotidiana.
- Que se involucre afectivamente de los sentimientos de otra persona, sabiendo colocarse en su lugar. Empático, con capacidad para captar los sentimientos, necesidades y puntos de vista de otras personas e interesarse activamente por las cosas que les preocupan.
- Que sea respetuoso/a, acepte y valore a los y las demás sin discriminación social, cultural, intelectual, física, religiosa, lingüística, por edad, género o condición económica; compartiendo asertivamente ideas, puntos de vista, sentimientos y necesidades;.
- Que asuma y ejerza actitudes democráticas, solidarias, responsables y éticas siendo crítico/a y comprometido/a con su entorno social, político, cultural y natural.
- Que sea capaz de valorarse, reconocerse e identificarse como persona perteneciente a una cultura y cosmovisión conociendo sus tradiciones y costumbres.
- Que cuente con capacidades y habilidades para investigar: indagar, descubrir, solucionar, analizar y compartir.
- Que maneje y tenga hábitos de estudio.
- Que maneje la noción de tiempo y espacio histórico, y geográfico.
- Que cuide el medio ambiente.
- Que comprenda y exprese mensajes orales, que lea comprensivamente y produzca textos con diferentes propósitos.
- Que sepa razonar de manera lógica, calcular y matematizar situaciones de la vida cotidiana.
- Que produzca y aprecie diversas formas de expresión artística.
- Con capacidad de expresarse en aymara e inglés.
- Perfil de maestros y maestras
- Comprometido/a e identificado/a con la filosofía y principios pedagógicos de la UEC Kurmi Wasi.
- Con capacidad de llevar adelante el proyecto educativo con iniciativa, responsabilidad y creatividad.
- Con habilidad de fomentar el desarrollo de capacidades de cada estudiante con sus necesidades educativas específicas.
- Con capacidad de valorarse, reconocerse e identificarse como persona perteneciente a una cultura y cosmovisión y conocedora de sus tradiciones y costumbres.
- Con voluntad para aprender a expresarse en aymara .
- Organizado/a.
- Con calidez y calidad personal y profesional.
- Responsable y cumplido/a.
- Crítico/a y autocrítico/a.
- Con capacidad de trabajar en equipo.
- Respetuoso/a de las diferencias.
- Con capacidad para aprender y desaprender permanentemente.
- Con capacidad de articular
- Con capacidad para generar momentos de concentración, contemplación y goce.
- Con capacidad para resolver conflictos de manera empática y asertiva.
- Consecuente con lo que dice y hace.
- Que respete y se haga respetar.
- (interculturalidad
CAPÍTULO II
DISEÑO CURRICULAR INTEGRAL
- MARCO FILOSÓFICO
- Interculturalidad
La propuesta educativa del UEC Kurmi Wasi se sustenta en la interculturalidad que implica el desarrollo de la identidad y el respeto por la diversidad. Pretendemos dar respuesta a la necesidad que tiene los niños de conocerse y afirmarse como personas importantes, con capacidades para pensar, sentir y actuar; que comprendan que son personas con características propias en lo social, psicológico, corporal, espiritual intelectual y en lo cultural. Concebir el desarrollo de la identidad como integrador de aprendizajes implica la interrelación con el medio. Para el conocimiento del medio, partimos de observaciones objetivas del medio natural a fin de que los niños puedan conocerlo y explicarse las leyes que lo rigen y cómo influye en la vida humana. Si se trata del estudio del agua, la tierra, los animales y las plantas de una determinada región, debe desarrollarse como un sistema interrelacionado entre sí y con el mundo social, con influencia en las características, el trabajo y las formas de vida de sus habitantes. En cuanto a la transformación del medio consideramos como un tema importante el conocimiento y la valoración del trabajo que realizan los hombres, mujeres y niños. Abordar este tema implica reconocer el conjunto de las relaciones de interdependencia entre el mundo natural y el mundo social. En el estudio de las actividades humanas, será importante que los niños analicen los graves problemas que provoca la acción del ser humano como la contaminación, la desertificación, entre otros. Es de relevancia tener presente la importancia de las responsabilidades en la creación de condiciones de bienestar y el sentido ético en el trabajo. Es importante el análisis de las situaciones de inequidad y riesgo en las condiciones de trabajo, así como en los derechos que protegen a las personas que trabajan y sus organizaciones. Finalmente, la conservación del medio pasa por la necesidad de formar conciencia ecológica para disminuir o evitar las consecuencias de fenómenos naturales en nuestra vida y para asumir el cuidado del medio ambiente, como condiciones básicas para la conservación y desarrollo de toda forma de vida en la tierra. Podemos entender la interculturalidad como una alternativa de convivencia armónica y de aprendizaje mutuo entre culturas distintas, lo que, desde la visión de los pueblos indígenas originarios, se ha llamado “complementariedad”. La interculturalidad no es un contenido a ser aprendido sino una experiencia a ser vivida que sólo es posible cuando existe una apertura al diálogo, pero sobre todo una posición de encontrar lógicas de educación distinta a lo tradicional.
(incorporar también concepto de Martha)
- Integralidad
La concepción integral y holística de la educación y la metodología comprende al niño, niña o joven de manera integral, es decir, como ser que siente, que viene con experiencias, que sabe hacer y pensar, todo de manera integrada. Es de esa manera que nuestra acción pedagógica debe incluir a todas las dimensiones tanto en la planificación como en el desarrollo de la misma; así mismos, los saberes y conocimientos deben ser abordados de forma articulada partiendo siempre de nuestro contexto, realidad y vida. La concepción integral u holística comprende que “todo es uno y parte del todo”. No se puede comprender a las partes aisladamente, sino en su integración. La totalidad no es la suma de las partes, sino que las partes están relacionadas e integradas unas con otras. Esta relación de toda la realidad involucra también entender la metodología en un sentido unitario, asumiendo que debe darse en la interacción de la práctica, teoría, valoración y producción. La práctica viene a ser el “sentir” y el “hacer”; el “pensar” que es el énfasis central de la teoría; la valoración es el desarrollo del sentido “ético - reflexivo comunitario”; y, por último, la “creatividad y estética” forman parte de la producción. Estos momentos, con sus respectivos énfasis, se relacionan de manera integral y holística. Bajo esta concepción unitaria, se asume que todos los momentos metodológicos deben estar integrados para desarrollar una visión holística en la educación. Cada parte es importante porque agrega algo diferente, algo específico (en la práctica el sentir y hacer, en la teoría el pensar, en la valoración la responsabilidad por lo común, y en la producción la creación o creatividad) y, por tanto, la y el maestro deben comprender las características propias de cada parte.
- MOMENTOS METODOLÓGICOS
La práctica como momento metodológico puede desarrollarse de varias formas, por ejemplo:
- partiendo de la experiencia; b) partiendo del contacto directo con la realidad; c) partiendo de la experimentación.
a) Partir de la experiencia, los saberes y conocimientos de nuestros abuelos y abuelas, padres, madres y de los y las estudiantes. Al partir de nuestras experiencias y sentimientos revalorizamos lo que somos y tenemos la posibilidad de recuperar, revalorizar y desarrollar nuestros saberes, conocimientos y nuestra cultura. Partir desde la experiencia redefine la relación entre maestro y estudiantes, ya que así el/ maestro/a deja de ser el único que sabe. Al ser el/la estudiante portador de su cultura puede establecer con el maestro una relación sujeto a sujeto, es decir, donde se establezca un diálogo sobre la experiencia que cada quién trae al proceso educativo. Ya no hay alguien que exclusivamente enseñe y alguien que exclusivamente aprende, sino que la educación se desarrolla en un proceso dialógico, horizontal y comunitario. El proceso educativo que parte de la experiencia posibilita una educación con sentidos de vida y no una simple capacitación en contenidos teóricos.
b) Partir del contacto directo con la realidad y, a partir de ello, reflexionar y desarrollar los procesos educativos. La educación puede ser mucho más completa y pertinente si parte de situaciones concretas donde las y los estudiantes tengan la posibilidad de aprender desde la vivencia de relacionarse con los objetos, personas y procesos. En este sentido, los espacios educativos no deben reducirse al ambiente del aula/taller, sino se extienden hacia otros espacios fuera donde puedan relacionarse con procesos de la vida cotidiana y su entorno: en los huertos, jardines, cocina, viveros, granjas, visitas a fábricas, instituciones, museos, mercados, bibliotecas; entrevistas a personalidades, familias; organización de encuentros, festivales, ferias, exposiciones, viajes y otros. Iniciar el desarrollo de los contenidos a partir del contacto directo con la realidad coadyuva también a superar la visión fragmentada del conocimiento. Entrar en contacto directo con un proceso de siembra, por ejemplo, ayuda a comprender de modo integrado cuestiones de ciencias de la naturaleza, ciencias sociales, comunicación y lenguajes, cosmovisiones, etc.
c) Partir de la experimentación y luego articularlo a la explicación teórica. Comenzar por estos ejercicios de experimentación tiene un gran sentido educativo, pues tiene el beneficio de que sean los y las estudiantes quienes al indagar, experimentar, probar llegan a comprender y generar conocimientos.
La teoría: Ninguna teoría puede usarse mecánicamente, ni siquiera una que haya sido elaborada en nuestro contexto. La teoría siempre debe usarse críticamente en función del contenido a ser desarrollado o del problema a ser investigado. No se escoge primero las teorías que se pretende utilizar en un proceso educativo o en una investigación, sino que primero se problematiza una realidad, se reflexiona las experiencias, se plantea preguntas sobre el momento presente que se está viviendo como comunidad. Sólo podemos garantizar que la teoría sea usada críticamente cuando partimos de la práctica. Para un uso activo de la teoría, primero debe haber una reflexión sobre lo que estamos viviendo, un contacto directo con la realidad; en cambio, si existe un uso pasivo de la teoría, se reproduce el sentido colonial del conocimiento. Por otro lado, las teorías o conocimientos, en los procesos educativos, se resignifican, adecuan, apropian, reconstruyen y producen, es decir, la educación no es un medio para transmitir conocimientos, simplemente, sino para desarrollar procesos formativos integrales y por lo tanto, para crear y recrear; producir y reproducir conocimientos. Este es un aspecto fundamental: el acto educativo produce conocimiento, que debe sistematizarse y servir a una realidad concreta. En este sentido, podemos considerar a la teorización como un ejercicio de resignificación y producción que, a partir de la problematización de la realidad permite generar explicaciones y comprensiones de los problemas y fenómenos de la vida.
La valoración como momento metodológico, en primer lugar, es una postura ética, con sentido social, para la vida comunitaria y personal; y, constante sobre el proceso educativo, desplegado, desarrollado y aplicado a la vida en cuanto a su uso y pertinencia. La valoración desde una postura ética y reflexiva requiere estar articulada a los valores sociocomunitarios como ser el bien común, transformación social, relación complementaria, armonía con la naturaleza y comunidad, defensa y reproducción de la vida, la unidad, la convivencia, la reciprocidad, participación, entre otros. En segundo lugar, es un momento que enfatiza la reflexión sobre la Práctica y la Teoría antes de la Producción; sin embargo, en la producción también hay un momento de reflexión y valoración.
La producción es el momento de la elaboración de algo tangible o intangible considerando su pertinencia, innovación y transformación. La pertinencia, significa que en el momento de elaborar algo es necesario tomar en cuenta las necesidades, demandas y potencialidades del contexto; las características de los estudiantes o la naturaleza del contenido. También se requiere considerar la innovación, como un proceso en el cual pueda desplegarse la creatividad y la estética. Un ejemplo de ello son los cierres de eje que se arman con los y las estudiantes que engloban lo aprendido durante el eje temático y presentado a toda la comunidad educativa en su conjunto.
La intraculturalidad y la interculturalidad también son orientaciones metodológicas. El momento de la “práctica” parte de nuestra experiencia, de nuestra cultura y de esa manera también la potencia. La “teoría” tiene un énfasis más intercultural porque las teorías se han formalizado en distintos y múltiples contextos.
[1] Casa del Arcoiris.
[2] Se entiende como interculturalidad a la relación dialéctica entre la identidad y la diversidad, al reconocimiento y la valoración de lo propio y lo ajeno, a través del encuentro, el diálogo y la complementariedad simétricos.
El término interculturalidad alude al encuentro entre (inter) culturas […] La cultura está presente en el conjunto de formas o modos particulares de expresar la vivencia del mundo y de la vida, en la cerámica, el teatro, la danza, la música, pero no solo como producto tangible, sino como el conjunto de formas y modos adquiridos de concebir el mundo, de pensar, de hablar, de expresarse, percibir, comportarse, organizarse socialmente, comunicarse, sentir y valorarse uno mismo en cuanto individuo y en cuanto grupo. (Nora Cépeda)
[3] Comprende el ser humano en su totalidad: cognitivo, corporal, emocional, espiritual y natural.
[4] Se considera dentro de nuestra población también a estudiantes con necesidades educativas especiales.